El jueves que viene 29 de marzo, es huelga general en todo el estado español. Es una huelga laboral, por supuesto, y como tal están llamadxs a secundarla toda la población asalariada pues el motivo que la provoca principalmente es la estructural destrucción de derechos laborales y sindicales que instaura la reforma laboral del PP.
El feminismo enfatiza y añade con buenas razones que también debe ser una huelga de cuidados, y en este caso la huelga interpela a las mujeres que mayoritariamente realizan las tareas de cuidados, estén o no salarizados.
Pero es también una huelga social, pues el otro gran motivo que la anima son las medidas subvencionadoras del gran capital por el estado, en paralelo a las draconianas medidas de recortes en los gastos sociales (educación, sanidad, desempleo, vivienda…), ambas en detrimento de las arcas públicas y del bienestar social; de este modo se convoca por igual a las personas desempleadas, a jóvenes, estudiantes, usuarixs de la sanidad y de los servicios públicos.
Además, es y debe ser una huelga de consumo, ya que la distribución, la compra y el uso de bienes y servicios, es junto con su producción, el otro gran pilar del capitalismo depredador en el que vivimos.
En realidad la huelga general como concepto abarca a todas y cada una de estas calificaciones, pues lo laboral, social, de cuidados y de consumo apelan a la misma huelga general, pero la focalizan en sectores sociales o en realidades que se entrecruzan, y a menudo de no llamar la atención sobre ellas, se menosprecian, se ningunean o se evitan.
Este proceso ampliado de la huelga general, en vez de dispersarla o disolver su naturaleza reivindicativa y transformadora, la completan y la enriquecen en la tendencia natural de convertir toda huelga general en una huelga política y antisistema, de cuestionamiento integral del orden constituido.
Paradójicamente, parece que este concepto amplio e integral de lo que debiera intentar ser una huelga general, no es igualmente aplicable a internet en general, o a las webs alternativas y contrainformativas en particular, o en su máxima extensión, a las empresas y servicios TIC (tecnologías de la información y la comunicación). Como si el mundo virtual encarnado en internet no fuera la resultante de un complejo entramado económico-empresarial -a menudo multinacional- en el que la producción de servicios online no tuviera su correlato en la explotación de sus trabajadorxs, en sus beneficios por publicidad, en la venta de productos de la economía real, en la venta de los propios servicios, o en el uso y consumo de los mismos.
Que la huelga general tenga como objetivo paralizar durante un tiempo dado el máximo posible la producción y el consumo, más allá de los servicios mínimos esenciales y de urgencia, significa intentar paralizar ‘toda’ la producción y ‘todo’ el consumo que habitualmente se genera en una sociedad y en un territorio dados, y esto por supuesto incluye lo relacionado con los servicios que se generan en internet, con su uso y con su consumo.
Un indicador tradicional del éxito de una huelga general ha sido siempre que ese día la prensa diaria no salga a la calle y que las cadenas de televisión sintonicen su carta de ajuste, del mismo modo que se paralizan los medios de transporte. Si esto se entiende, ¿por qué no ha de entenderse que los servicios online de información – también y por supuesto los de contrainformación – deben paralizar su actividad ese día, mostrar sólo sus particulares cartas de ajuste, e invitar a sus potenciales audiencias a salir y estar en la calle, viviendo y protagonizando la huelga general?
Que en Internet durante ese día se consiguiera paralizar el máximo posible de webs, blogs, foros, redes sociales y demás servicios online, sería sin duda un indicador del éxito de la huelga. Y aquí no cabe distinciones entre webs oficiales-comerciales y webs alternativas-contrainformativas. Todas por igual debieran estar en huelga general, es decir, en la calle.
Que la información y la comunicación militante durante ese día tenga que tener un soporte para desenvolverse, no puede significar en ningún caso que obedeciendo al fetiche de la red, hipócritamente estemos informando puntualmente de lo que sucede durante la huelga general, cuando deseamos y esperamos que el resto de medios de comunicación oficiales-comerciales no lo hagan.
La producción, el consumo, los cuidados… y también la información -en todas sus vertientes- deben ser por igual objetivos a parar en su actividad durante la huelga general.
Por las razones aludidas, esta web, rojoynegro.info, estará las 24 horas del 29 de marzo también de huelga general, e iniciará su actividad informativa a partir de las 00:00 horas del día siguiente, 30 de marzo.
AJC – publicado originalmente en http://www.rojoynegro.info/articulo/ideas/huelga-general-internet-tambien
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